
Cómo tratar la ansiedad por separación canina y corregir las conductas incompatibles con la convivencia que el perro lleva a cabo cuando no se acostumbra a estar solo y se siente mal en ausencia de su propietario depende de cuál sea su causa, que no siempre es la ansiedad.
El tratamiento de este “problema de conducta” debe adaptarse a las dificultades individuales y la coyuntura específica del perro y de su tutor/a y en algunos casos no se soluciona sólo con unas pocas pautas y ejercicios para la ansiedad.
En este artículo hablaremos largo y tendido sobre la ansiedad por separación poniendo especial énfasis en ilustrar su complejidad y en cómo orientar su tratamiento según las necesidades específicas de cada perro.
- ¿Qué es la ansiedad por separación en perros y por qué cada vez se emplea menos como diagnóstico en conducta canina?
- Síntomas de ansiedad por separación en perros
- No todo es ansiedad en perros por separación
- Predisposición a la ansiedad por separación en determinados tipos de perro, razas y situaciones
- ¿Qué es la ansiedad por separación en perros y por qué cada vez se emplea menos como diagnóstico en conducta canina?
- Síntomas de ansiedad por separación en perros
- No todo es ansiedad en perros por separación
- Predisposición a la ansiedad por separación en determinados tipos de perro, razas y situaciones
¿Qué es la ansiedad por separación en perros y por qué cada vez se emplea menos como diagnóstico en conducta canina?

Ansiedad por separación es la expresión que utilizamos con más frecuencia para referirnos a los comportamientos asociados al malestar y el distrés que sufre el perro que no es capaz de permanecer tranquilo y relajado cuando se queda solo en casa o en ausencia de la persona con la que más apego tiene.
Pese a estar muy extendido su uso, no deja de ser una expresión muy simplista ya que el estado emocional un perro que no lleva bien la separación forzosa o el aislamiento es mucho más complejo y no se limita sólo a la ansiedad (previsión de que algo malo va a suceder).
El aburrimiento, la baja tolerancia a la frustración, el miedo e incluso las crisis de pánico pueden estar afectando al animal y aunque el diagnóstico sea similar, el tratamiento debe adaptarse a las dificultades específicas de cada perro.
Así, actualmente se prefiere la expresión «trastorno relacionado con la separación».
Otras expresiones relacionadas que puedes haber escuchado son:
- Síndrome de ansiedad por separación en perros (o sólo síndrome de separación)
- Trastorno de ansiedad en perros
- Ansiedad por abandono en perros
- Ansiedad por apego o hiperapego en perros
- Estrés por separación en perros
- Angustia por separación en perros
Todas estas expresiones aluden a una misma problemática con unos síntomas similares que enumeramos a continuación.
Síntomas de ansiedad por separación en perros

Las conductas y comportamientos que llevan a cabo los perros que no quieren estar solos y lo pasan mal cuando se les deja solos en casa, en el patio, en una finca… varían mucho en función del animal, su capacidad de gestión, habilidades, de la coyuntura y de su historial.
No obstante, durante el tiempo en que se queda solo un perro que tiene ansiedad por separación es común que lleve a cabo una o varias de las siguientes conductas:
- Vocalización excesiva: ladrido repetitivo, aullidos, gimoteo…
- Conductas destructivas: morder, roer, destrozar, rascar, cavar…
- Orina y heces en lugares inadecuados
- Temblor, jadeo y/o salivación excesiva
- Deambulación y alerta constante (no descansa)
- Autolesión y estereotipias (lamido excesivo, movimientos repetidos)
- Se abstiene de comer o beber hasta el retorno del propietario
En algunos casos el perro puede incluso mostrar conductas agresivas o amenazas hacia el propietario cuando éste intenta salir de la casa, aunque no es habitual.
A ello se suma la problemática que encontramos asociada habitualmente derivada de la reacción negativa, enfado o castigos del propietario ante estas conductas (el vínculo suele verse afectado, hay miedo y ansiedad…) y con el estrés acumulado y cronificado e incluso trauma que sufre el animal que se forzado a exponerse una y otra vez a la situación o situaciones que no sabe gestionar.
No todo es ansiedad en perros por separación

La existencia de uno o varios síntomas o conductas de las anteriormente citadas durante la separación o ausencia del propietario no siempre son en respuesta a la ansiedad. La ansiedad, en perros con este tipo de comportamientos, es un factor clave a considerar, pero no el único.
Como decíamos, tanto la baja tolerancia a la frustración como la ausencia de una estimulación física y mental adecuada pueden contribuir a alimentar el problema y requieren ser contempladas en la evaluación inicial del perro y en su caso, en el diseño del tratamiento de la ansiedad por separación.
Otros factores que pueden afectar e incrementar este problema de conducta canina (o más bien, problema de conductas incompatibles con la convivencia) son el miedo y la falta de previsibilidad (hablamos sobre ello en profundidad en nuestro artículo Tratar al perro con ansiedad por separación) y la incoherencia en el trato del o los propietarios.
En cuanto a la incoherencia en el trato, ésta se refiere a la poca consistencia en el refuerzo (negativo o positivo) de las conductas que ofrece el perro, ya sean deseables o no. Esta falta de consistencia habitualmente lleva a al perro precisamente a tener baja tolerancia a la frustración (ya suele conseguir lo que desea mediante la insistencia y/o conductas molestas) y se relaciona también con la imprevisibilidad.
Nota: la fobia y sensibilidad al sonido y ruidos fuertes o repentinos también suelen alimentar el problema (sobre todo cuando el silencio no es habitual en la casa en presencia del o los propietarios, en estos casos es recomendable intentar replicar los sonidos habituales con grabaciones o introducir un ruido de fondo).
Predisposición a la ansiedad por separación en determinados tipos de perro, razas y situaciones
Ansiedad por separación en cachorros

Es completamente normal y esperable desde el punto de vista de la etología canina que el cachorro que pasa a la adolescencia o adultez deje de aceptar de buen grado que se le deje solo en el “cubil” y proteste e intente seguir a su tutor en sus salidas al exterior.
Los cachorros adolescentes y adultos jóvenes necesitan desarrollar y entrenar la facultad de esperar tranquila y pacientemente al retorno del propietario. Esta capacidad no tiene por qué venir dada y debe entrenarse y procurar dotar al animal de las habilidades necesarias.
Es mucho más sencillo el proceso de acostumbrar a un cachorro a quedarse solo que tratar a un adulto con un trastorno relacionado con la separación al que se le dejó solo reiteradas veces esperando que lo aprendiera a gestionar sin ayuda.
Ansiedad por separación en perros mayores y ancianos

También es común el desarrollo de síntomas de ansiedad por separación con la edad debido fundamentalmente al deterioro cognitivo y a la demencia senil. Por otro lado, como hablábamos en nuestro artículo sobre el sueño y el descanso canino, el deterioro cognitivo se asocia a un empeoramiento del descanso: duermen más horas pero menos seguidas y se despiertan confusos (como si no supieran dónde están), lo que puede conducir a desarrollar o empeorar un cuadro de ansiedad por separación.
Ansiedad por separación en perros adoptados, en traslados o con fobia a los ruidos

Uno de los principales motivos por los que el perro no quiere quedarse solo en casa es que no la considera un lugar seguro en ausencia de la persona con la que más apego tiene (ya que éste ejerce el efecto «base segura» y «puerto seguro» para el perro, disminuyendo la inseguridad que siente el animal ante su entorno).
Habitualmente, perros recién adoptados o que han cambiado de residencia recientemente desarrollan ansiedad por separación en su nuevo hogar y muestran conductas indeseables asociadas a su dificultad para relajarse en el entorno nuevo y considerarse «a salvo» hasta que retorna su tutor o adoptante.
La sensibilidad o fobia al ruido predispone, por el mismo motivo, a la ansiedad por separación.
En estos casos, proveer al animal de una «guarida» o refugio en donde aislarle al máximo y donde podamos asociar un estado de calma y relajación, como una caseta, un transportín rígido o una jaula plegable pueden ser de gran utilidad, siempre y cuando el animal no presente claustrofobia.
Ansiedad por separación en perros de trabajo

Los estudios científicos que analizan la predisposición de determinadas razas y tipos de perro a desarrollar ansiedad por separación demuestran que:
- La prevalencia de ansiedad por separación no varía con la raza: no hay razas que pueden quedarse solos mejor que otras ni existen perros que no necesitan salir de casa a pasear o perros que pueden estar solos en una finca. Todos los perros necesitan convivir con su grupo familiar, socializar con sus congéneres y una estimulación adecuada.
- No se dan más casos de ansiedad por separación en razas de perros de trabajo (o funcionales) de tipo cooperativo que en las de tipo independiente.
Duración del tratamiento para la ansiedad por separación, tasa de éxito y resultados esperables

Tratar la ansiedad por separación en perros es relativamente sencillo y se logran resultados rápidamente cuando el trastorno de ansiedad por separación del perro está principalmente motivado por:
- Baja tolerancia a la frustración.
- Potenciación inconsciente por parte del propietario
- Falta de una adecuada estimulación y actividad física y mental suficiente.
En estos casos, un protocolo de tratamiento de la ansiedad por separación bien diseñado habitualmente consigue la disminución o desaparición completa de las conductas problemáticas incluso en días.
Esto contrasta fuertemente con la mayor duración del tratamiento de la ansiedad por separación en perros en los casos que cursan con:
- Ansiedad y angustia
- Miedo, fobia o pánico.
En estos casos, el tratamiento suele alargarse meses y obtener resultados más discretos y menos permanentes. Además, la mejora de conducta suele ser más dependiente del contexto y requiere una atención y manejo muy cuidadoso por parte del propietario. Muy habitualmente se requiere el apoyo de un tratamiento farmacológico con calmantes y antidepresivos recetado por el veterinario.
Por desgracia, hay casos en los que no será posible “quitar la ansiedad por separación” o “corregir la ansiedad por separación” en el perro y sin embargo, la intervención puede considerarse un éxito si el propietario aprende a evitar la ansiedad por separación de su perro siguiendo unas pautas y/o a lidiar con ella de la mejor forma posible durante toda su vida.
Tratamiento del hiperapego en perros con ansiedad por separación

Actualmente, no existe evidencia científica que apoye la hipótesis de que el hiperapego o apego excesivo en cachorros o perros adultos con el propietario esté relacionada con la ansiedad por separación ni conduzca a desarrollar este problema.
Pese a ello, frecuentemente encontramos síntomas de hiperapego en perros con ansiedad por separación como:
- Búsqueda de contacto y proximidad constante u obsesiva, a menudo imprescindible para poderse relajar y descansar.
- Exaltación desproporcionada en el reencuentro tras la separación, independientemente de la duración de la misma.
- Destrucción de objetos o prendas de ropa con fuerte olor a la figura de apego.
Sin embargo, esto no implica que el apego excesivo cause o predisponga a la ansiedad por separación. De hecho, muchos perros con apego excesivo no presentan conductas problemáticas asociadas a separación y son perfectamente capaces de gestionar la ausencia de sus propietarios.
El tratamiento del hiperapego en perros con ansiedad por separación puede ser de ayuda para dotar al animal de una mayor seguridad en sí mismo y en el entorno, así como acostumbrarle a estar solo y a descansar y relajarse también a cierta distancia del propietario.
No obstante, reducir el apego puede ser menos interesante de lo que se venía pensando hasta ahora y en ciertos casos, incluso contraproducente en perros con problemas de ansiedad por separación en donde el vínculo esté deteriorado y exista una relación de apego insegura-ambivalente.
Además, teniendo en cuenta el efecto beneficioso del contacto físico y las actividades afiliativas positivas en la reducción del estrés por separación, evitar el hiperapego en perros no debería ser una recomendación genérica para tratar la ansiedad por separación canina.
Nota: tampoco se ha encontrado evidencia científica de que «malcriar» al perro (que duerma con el propietario, darle de comer de la mesa…) se asocie a una mayor incidencia de ansiedad por separación siempre y cuando el propietario sea coherente en su permisividad (lo que está permitido, está permitido siempre).
Tratamiento de la ansiedad por separación mediante enriquecimiento ambiental

En cuanto al enriquecimiento, en todos los casos de ansiedad por separación suele recomendarse el uso de juguetes rellenos de comida y premios, puzzles y comederos lentos, estratégicamente colocados en los lugares donde el perro realiza las conductas incorrectas (en especial destrozos y sus necesidades). Sin embargo, esto, aunque puede ayudar, no es exactamente “enriquecimiento ambiental”.
En primer lugar, el verdadero enriquecimiento requiere variedad y cambio frecuente, por lo que es necesario contar con una amplia batería de juguetes rellenables, juguetes para roer y de tipo puzzle para resolver o comederos lentos que ir rotando y cuyo emplazamiento ir variando en cada salida.
En segundo lugar, es necesario asegurar que las necesidades etológicas del perro están siendo satisfechas. Proporcionar al perro ejercicio físico suficiente y paseos largos, tranquilos pero estimulantes olfativamente y en los que tenga ocasión de socializar de forma positiva con sus congéneres es condición sine qua non (imprescindible).
Por otro lado, todos los perros tienen un repertorio de conductas caninas naturales que, pese a que pueden resultar molestas para el propietario e impedir la convivencia en ciertas circunstancias, no dejan de ser naturales y su expresión es necesaria para que el perro tenga el bienestar emocional y cognitivo deseable.
Además, determinadas razas, por la selección llevada a cabo por el ser humano, tienen ciertas conductas muy potenciadas y esto debe ser tenido en cuenta.
Encontrar y proporcionar una salida aceptable para este tipo de conductas naturales (potenciadas por raza o las etológicamente esperables) es básico. La vocalización, el mordisqueo, roer, morder, rascar o cavar… son conductas que el perro, si lo desea, tiene que poder realizar en un entorno controlado y el propietario debe entenderlo y proporcionarle el cómo y el cuándo al perro antes de pretender evitar que lo realice cuando se queda en casa solo y aburrido.
Pautas para el propietario y adiestramiento canino en la ansiedad por separación

La potenciación inconsciente por parte del propietario es un aspecto que vale la pena revisar y corregir, puesto que suele estar involucrada y alimenta el problema en la mayor parte de casos.
En particular, en cuanto a la vocalización, frecuentemente encontramos casos de perros adultos “entrenados” a aullar, gimotear o ladrar para captar la atención de sus propietarios.
Por supuesto, no es lícito ni se debe desamparar y/o ignorar a un cachorro que solicita nuestra presencia ante su desasosiego y que necesita nuestra presencia para ayudarle a calmarse.
Pero sí sería recomendable introducir ciertos cambios en la respuesta del propietario a las vocalizaciones de su perro adulto con baja tolerancia a la frustración para evitar que éste escoja esta conducta como preferente para demandar y obtener aquello que se le deniega.
Por otro lado, aumentar dicha tolerancia y el manejo cognitivo y emocional de la frustración es crucial. Para ello será de gran ayuda el entrenamiento mediante ejercicios y juegos de olfato, juegos con normas y el adiestramiento canino de obediencia a comandos básicos (condicionamiento operante).
Ansiedad por separación en perros: tratamiento de habituación a la separación
Una de las piedras angulares del tratamiento de la ansiedad por separación canina es lograr la habituación a la separación propiamente dicha.
Para llevar a cabo un proceso adecuado de habituación debe tenerse en cuenta que para el perro la separación es tanto física, como olfativa, visual y auditiva. Así, en el diseño del programa de habituación deben incluirse y entrenarse progresivamente los cuatro tipos de separación.
Que el perro permanezca calmado y relajado en ausencia de contacto físico, contacto visual y contacto auditivo/olfativo con el propietario durante un periodo de tiempo determinado son habilidades diferentes que requieren práctica y entrenamiento.
Como mencionábamos, este entrenamiento debe ser progresivo y la progresión en tiempo y distancia debe adecuarse al perro en concreto, avanzar muy lentamente y no dar lugar a que el animal muestre signos de malestar o distrés en ningún momento.
Enseñar al perro a permanecer tumbado en un lugar específico (entrenamiento de target) es menos útil que procurarle un lugar de descanso propio y fijo del que el propietario pueda ir separándose poco a poco. El uso de una jaula o transportín suficientemente grande en donde poder confinar al perro puede ser interesante cuando no existe un condicionamiento negativo y/o miedo contextual o fobia al confinamiento.

En cualquier caso, ambas son herramientas a valorar, dependiendo de caso. La primera, puede entrenarse de manera sencilla yendo a recompensar al perro de forma física e incluso a distancia, empleando un comedero automático.
No obstante, es importante recordar que aunque este tipo de ejercicio para la ansiedad por separación es útil para practicar la paciencia, el autocontrol y aumentar el umbral de tolerancia a la separación, no permite al perro relajarse ni expresar su estado emocional mediante conductas naturales, ya que debe permanecer en la misma posición hasta que aparece el reforzador o premio.
Por ello, no nos servirá para alcanzar la meta de asociar un estado emocional de calma y relajación a la separación y ausencia del propietario: sólo estamos entrenando la habilidad de mantener una conducta estática con un estado emocional de activación y alerta.
En el caso del uso de jaulas para perros con ansiedad por separación, el transportín o jaula plegable, debería tener un tamaño suficiente para que el perro pueda llevar a cabo conductas que nos informen de su estado emocional (cambiar de postura, levantarse, sentarse, echarse en esfinge y enroscado, rascarse e incluso deambular…).
De esta forma podremos evaluar bien cómo está gestionando la separación y planificar correctamente el tiempo y la distancia que no debemos superar hasta que el perro se muestre totalmente calmado y sin signos evidentes de distrés.
Ansiedad por separación: tratamiento de desensibilización a los signos de partida y despedirse del perro
Otro de los pilares del tratamiento de la ansiedad por separación canina consiste en llevar a cabo un proceso de desensibilización sistemática a las claves que indican al perro que el propietario se va a ausentar.

Es frecuente que el perro active la emoción negativa y el malestar emocional o ansiedad antes de que se produzca la propia separación, ya ante los signos de partida habituales (coger las llaves, ponerse el abrigo, ponerse los zapatos de calle… etc, etc). Un protocolo bien diseñado tendrá en cuenta estos signos (diferentes en cada caso) y contemplará la eliminación de la respuesta del perro ante los mismos.
Como comentábamos en este otro artículo sobre la ansiedad por separación en perros, para disminuir la imprevisibilidad y dotar al perro de cierto control sobre la situación, es interesante introducir una señal nueva (intencionada) para avisar al perro de que va a producirse una separación dentro del protocolo de habituación a la separación (pero no en las salidas forzosas que hayan de hacerse cuando no exista posibilidad de dejarlo a cargo de un cuidador).
También como comentábamos en este otro artículo sobre la ansiedad por separación en perros, la habitual recomendación de ignorar al perro 15-30 minutos antes de realizar la salida y no despedirse está ya obsoleta dada la poca evidencia a favor de su utilidad.
Actualmente se prefiere aconsejar al propietario:
- Disminuir el nivel de activación del perro
- Reducir el nivel de energía de la interacción con el mismo
- Que la despedida sea calmada y relajada
- Que forme parte de un ritual de partida nuevo
Despedida ideal: con el perro relajado, caricias y tono de voz bajo y calmado, a poder ser siempre las misma frase y sin usar el nombre del perro.
Puede ser interesante también ofrecer al perro un juguete relleno o masticable 5-10 minutos antes de la salida, cuando éste aún está relajado para efectuar dicha salida con el perro distraído y restar importancia al momento de la separación, pero esta técnica debería emplearse sólo cuando el perro:
- Ya no muestre distrés ante los signos de partida.
- Haya alcanzado cierto nivel de habituación a la separación
- No se active y excite demasiado con el juguete.
Tratamiento de la ansiedad por separación: saludar al perro al llegar a casa

Tal y como comentábamos en este artículo sobre la revisión del protocolo de la ansiedad por separación en perros, el contacto físico calmado y la interacción positiva durante el reencuentro tiene un efecto notable en la disminución de los niveles de cortisol y del estrés acumulado por lo que de nuevo es aconsejable saludar al perro con tono de voz calmado y bajo volumen, así como acariciarle de forma relajada y tranquila (de forma breve) antes de retomar la actividad habitual.
Es de vital importancia evitar que note cualquier signo de enfado, frustración o disgusto ante cualquier destrozo o desastre que haya sucedido en nuestra ausencia ya que el castigo (positivo o negativo) sólo empeorará la situación e incrementará el malestar y ansiedad del perro.
Evitar la ansiedad por separación en perros: soluciones y qué hacer durante el tratamiento

Como decíamos, la duración del tratamiento dependerá del tipo de ansiedad por separación ante la que nos encontremos, siendo muy breve (días/semanas) en los casos en los que la frustración, el aburrimiento y la mala estimulación sean la motivación principal de la conducta incompatible o más larga (meses/años) para casos en donde encontramos estrés acumulado, ansiedad, miedo o fobias / pánico.
En cualquier caso, para el tratamiento de cualquier tipo de problema de conducta es primordial evitar poner al perro en una situación en sienta la necesidad de llevar a cabo los comportamientos que deseamos modificar fuera del protocolo de tratamiento, ya que cuanto más se practican dichas conductas más complejas son de erradicar.
Por otro lado, los efectos de la inundación descontrolada y el riesgo de aumentar la indefensión aprendida constituyen un hándicap añadido en la problemática asociada a la ansiedad por separación. Así pues, lo ideal sería evitar dejar solo al perro de forma descontrolada, sin estar preparado aún para ello.
Contar con la ayuda de un familiar, un cuidador o una guardería canina mientras dure el tratamiento es lo más recomendable, pero si esto no es posible y forzosamente debe dejarse solo al animal, es importante dejarlo en un lugar diferente al que se esté empleando en las salidas controladas dentro del programa de habituación y evitando la señal específica y/o ritual de partida que se esté empleando.
Nota: adoptar otro perro para que “haga compañía” a un perro con ansiedad por separación es un error que puede llevar a agravar la situación, ya que éste no calmará al primero, sino que incrementará su estrés. Incluso puede dar lugar a conflictos, agresiones y habitualmente, por contagio y potenciación, a doblar el número y la gravedad de destrozos y/o molestias ocasionadas.
Conclusión sobre el tratamiento de la ansiedad por separación canina

- En los trastornos relacionados con la separación en perros no sólo interviene la ansiedad, el estado emocional negativo que sufre el perro y que le lleva a llevar a cabo ciertas conductas molestas para el ser humano puede estar influenciado por la frustración, el miedo y el aburrimiento.
- El diseño del protocolo de tratamiento de la ansiedad por separación debe adaptarse al perro y sus circunstancias individuales y a las de quienes conviven con él. Aunque los pilares básicos del programa de tratamiento son similares, el entrenamiento de las habilidades específicas que requiere practicar cada animal y la conducta y respuesta del propietario ante determinados eventos difieren y han de ser tomados en cuenta.
- Algunas ideas, recomendaciones y consejos para la ansiedad por separación en perros están muy extendidas y sin embargo pueden resultar de nula utilidad e incluso ser completamente erróneas.
Así, es imprescindible contar con el asesoramiento de un buen profesional de la conducta canina y/o etología de las mascotas cuyos conocimientos estén actualizados y basados en la evidencia científica. Sólo así podremos llevar a cabo un buen tratamiento y asegurar el éxito del mismo en el menor tiempo posible, siendo realistas al respecto de los resultados que pueden lograrse y mantenerse, según el sea el caso.
Bibliografía (enlace directo a artículos en pdf cuando es posible)
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